lunes, 19 de agosto de 2013




Este  libro nos explica las creencias de la antigua Grecia y Roma, sobre la muerte y el alma, creían que después de la vida había una segunda existencia bajo tierra, consideraron a la muerte como un cambio de la vida, pensaban que los muertos tenían necesidades, con estas creencia se derivo la  necesidad de la sepultura, para que el alma estuviera en una morada subterránea, creían que sin la sepultura el alma era miserable y cuando les daban sepultura eran eternamente feliz, le temían más a la privación de la sepultura que a la muerte, en las ciudades antiguas si alguien incumplía la ley  lo castigaban  con la privación de la sepultura.



Era una obligación sagrada para el jefe de la casa conservar este fuego siempre encendido de día y de noche, cuando el fuego se apaga la casa caía en ruinas, este fuego era sagrado le adoraban y le rendían verdaderos cultos, jamas salía el jefe de la casa sin hacerle una oración a su hogar y al regresar antes de saludar a su familia tenía que inclinarse ante su hogar y pedirle al fuego sagrado por la conservación de su familia, a este fuego lo llamaron Vesta tenía rasgos de mujer, Vesta  fue la diosa virgen ya que no se representaba en el mundo de la fecundidad ni el poder, era costumbre enterar a los muertos en las casas.


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